No es que lo quiera, es que lo necesito.

No es que hace frió, soy yo.

En la espera cuando llega la noche

es cuando las estrellas gritan en silencio

y los ojos de miles de fantasmas 

me ven cruzar

y no es a tu puerta donde voy

es a buscar mi vida que se perdió

es a encontrarme, a vivir lo que quiero

y no lo que puedo.

Es tan confusa la normalidad

enreda tanto la vida,

no se si soy quien debo ser

o soy quien no quiere serlo

o simplemente, una persona mas.

Trato de buscar una normalidad, un punto muerto donde pueda descansar y bajar los brazos donde nadie me vea, donde una mirada no signifique un juicio, donde una mano me espera para ayudarme.

Blanco y negro, a veces es necesario.

No se donde termina mi mente y donde comienza el corazón. Solo se que hoy logre separarlas.
Hoy me levante con la verdad de ser alguien que piensa, alguien que sus sentidos están atados a su mente, solo que no puedo callar a mi corazón. Es parte de la verdad ser fiel a lo que pienso, pero aun no se donde termina mi mente. Sigo con el deseo de no ceder a mis impulsos y terminar lo que empecé. La cuestión es, ¿Quien soy? esa pregunta me comía la cabeza, hasta que hoy la respondí: yo soy quien soy, no debo cuestionarme nada a mi mismo, soy eso que me hace feliz, soy la felicidad de alguien y el odio del resto, soy alguien que imagina la vida y  la vive siempre al contrario de como lo planea, soy un creador, soy un poeta, soy un fracasado a veces que solo busca aceptación, soy alguien que cree que el arte es la máxima expresión de la vida, buscas a Dios? busca el arte, en el vas a ver su cara, sus manos y su corazon.
Mas allá todo yo, soy feliz. Hoy lo entendí y no necesito de nadie para serlo, tengo potencial, tengo un futuro, tengo un don.
Me amo, y siempre me voy amar.





No es egocentrismo, creo que dedicarme tiempo a mi mismo no es egoísta, solo no quiero olvidar quien soy y cual es mi meta en esta vida.


Terminaron los días grises, salio el sol, la tele se apago, las ventanas se rompieron.

Atado a tus ánimos cuento las horas para verte
 no alcanzo el tiempo que cuelga del reloj vació.
Di mil vueltas en la cama
esperando el momento de volver a sentirme feliz
pero no alcanza nunca.
No llegan las horas que cuento
 y me doy cuenta que no vale la pena contar.

Y saldrá el sol en mis primaveras
ya se borraran los recuerdos
ya perderá de sentido el amor
y viajare sin rumbo a mi destino.
Desde que amaneció no siento mis latidos
al fin se callo mi corazón
solo me quede y no reniego de ello
deje atrás todo por una meta
un anhelo.
El amor murió en este poema
no disfruto de un funeral
fue directo al papel
herido con lágrimas de despedida.


Terminaron los días grises, hoy todo es un sueño en el que dudo si realmente existo. Tócame. No duele, ni dolerá.